Crítica de ‘Guardianes de la Galaxia’: La mejor película de Marvel

Guardianes de la GalaxiaEstamos en una década donde el cine de superhéroes se ha convertido ya en un clásico en las salas de cine. Pero el principal problema es que siempre vemos secuelas, precuelas o reboots de los mismos superhéroes una y otra vez (ya he perdido la cuenta de cuantos Spider-Man hemos visto ya). El poco riesgo que toman las productoras puede ser un motivo, pero parece que Marvel ha decidido arriesgarse. Y la jugada ha sido la mejor que ha tomado el estudio en mucho tiempo. Guardianes de la Galaxia es la película más divertida del año, de largo. James Gunn ha conseguido que una banda de antihéroes consiga asentar nuevas bases en este tipo de cine con buen hacer, humor inteligente y espectáculo.

Guardianes de la Galaxia puede ser uno de los cómics menos conocidos de la factoría Marvel. Desconocido digo para la gente que no este muy puesta en temas de cómics o similares, quién sea un cómic-adicto los conocerá de sobra. Aquí la historia gira entorno a Peter Quill, o como le gusta darse a conocer ‘Star-Lord’, un busca fortunas que por desgracia un día dará con un orbe buscado por toda la galaxia. Sin saberlo, Peter Quill acabará unido a Rocket (un mapache), a Groot (un árbol andante), Gamora (una asesina) y Drax (un maníaco). Juntos deberán proteger ese orbe sino quieren ver como la Galaxia puede ser destruida.

Guardianes de la Galaxia recuerda, en mucho de los casos, a Star Wars. Y es que James Gunn parece que ha tomado como referencia la icónica saga de George Lucas. Esto no quiere decir que Guardianes de la Galaxia sea un plagio de la misma o que simplemente se haya cambiado algo. No. Guardianes tiene su propio identidad, su propia fisionomía y su propia razón de ser. Eso lo consigue con el buen hacer de Gunn tras el guión y la cámara. El guión no deja descansar al espectador ni cinco minutos. Siempre pasa algo, pero no pasa por pasar, sino que todo tiene sus consecuencias. Una secuencia tranquila lleva a otra de acción pero por que es inevitable. Algo así pasaba con el excelente guión de Casino Royale.

Además, Guardianes de la Galaxia respira por todos lados un aire ochentero increíble. Y eso se consigue gracias a la puesta en escena y sobre todo a la impresionante banda sonora que nos acompaña durante las dos horas de metraje. Durante ese tiempo oímos canciones como Hooked on a feeling, Spirit in the sky o la inconfundible Escape (the pina colada song). Gunn y los suyos han sabido que desde el principio la banda sonora iba a ser importante y aquí es casi como un protagonista más.

Y son además esos protagonistas lo que consiguen elevar Guardianes de la Galaxia a otro nivel. Si la reunión de héroes de Los vengadores pareció irrepetible, la que se ve aquí es incluso mejor. Destaca por encima de todos, y ya lo hacía en los tráilers, Rocket (con voz de Bradley Cooper). El pequeño mapache se convierte rápidamente en el mejor personaje de la factoría Marvel que ha pasado por una sala de cine. Su humor y sus presencia siempre son agradecidas, además, ¿quién se resiste a un mapache con ametralladoras más grandes que él? Chris Pratt también destaca al sacar su lado más gamberro, más seductor y más cómico. El peso de la película no le pasa factura y siempre se antepone a cualquier problema. Además, el actor está llamado a ser el nuevo héroe de acción. Zoe Saldana como Gamora y Dave Bautista como Drax también cumplen con creces. Groot, con la voz de Vin Diesel, también es un personaje con el que el público puede empatizar muy bien.

En definitiva, Guardianes de la Galaxia es una película brutal. Divertida, ingeniosa y con un sentido del humor que muy pocas veces se ve en este tipo de cine. James Gunn ha conseguido lo que parecía imposible, superar a Los vengadores como la mejor película de Marvel. Ojalá todas las películas de acción, aventuras y superhéroes fueran la mitad de Guardianes de la Galaxia, ganaríamos todos. Imprescindible.

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